Titulo: El lado explosivo de Jude
Autora: Nicole Williams
Editorial: Montena
Páginas: 352
Saga: #1 Crash (1/3)
ISBN: 9788490430361
Sinopsis:
Jude Ryder y Lucy Larson tienen personalidades completamente opuestas. Lucy es una tímida e inocente joven que adora el ballet y le gusta llevar una vida tranquila. Jude, en cambio, es rebelde, siempre está metiéndose en líos y su vida es un constante desafío. Aunque no tienen nada en común, cuando sus caminos se cruzan la química que surge entre ellos es tan fuerte que les cambiará la vida para siempre.
La verdad es que no pensaba leerme este libro porque me imagine que era una especie de erótica juvenil pero decidí darle una oportunidad a ver que era lo que me encontraba. Al final he acabado devorando el libro y disfrutándolo muchísimo porque era lo que estaba buscando hace tiempo, en cuanto a temática se refiere.
Lucy Larson es una chica amante del ballet que se ha ido a vivir a la casa del lago que tenían sus padres por problemas económicos ya que hace cinco años la empresa de su padre se vino abajo. Un día en la playa conoce a un guapo chico llamado Jude Ryder que le atraerá desde el primer momento, pero este no es ni de lejos lo que Lucy se esperaba.
Nicole Williams ha creado una historia que aunque puede parecer un tópico sabe como contarla para que te atrape en cada página. El libro cuenta con más diálogo que narración por lo que se lee con mucha rapidez, además de que no usa un lenguaje muy complicado y este es muy coloquial por lo que todavía es más cercano al lector. La historia esta contado en primera persona desde el punto de vista de Lucy por lo que conoceremos sus sentimientos e impresiones sobre todo lo que le rodea muy profundamente.
Hablando de personajes tenemos a los dos protagonistas indiscutibles que son Lucy y Jude. Lucy es la típica chica buena que saca buenas notas, cumple las normas y hace ballet, pero ahí acaba todo lo bueno que puede ser ya que también tiene secretos. Es un personaje que tiene las cosas claras y que no va a dejar que nadie la pisotee, si tiene que decir algo lo dice y punto, además de que no necesita que nadie la cuide. Y luego tenemos a Jude que si que es el típico chico malo que se mete en problemas con la policía a cada paso que da y tiene a todas las tías detrás de él. Tiene unos cambios de humor un poco bruscos y es bastante peleón, pero cada vez que habla te saca una sonrisa o una carcajada. Con este personaje me he reído bastante sobretodo con su presentación.
—Mi nombre es Jude Ryder, ya que veo que salivas como un perro rabioso por saberlo, y no me van las novias, ni las relaciones, ni las flores, ni las llamadas telefónicas un día sí y otro también. Si te mola el plan, creo que podríamos tener algo especial.
En cuanto a otros personajes tenemos a Sawyer, un chico que estará detrás de Lucy todo el rato. Es un personaje pesado, pero pesado, pesado. No se cansa de intentar conseguir a Lucy y hará lo que haga falta para conseguir un poco de atención de su parte.
Aunque hablándoos de dos chicos podáis pensar que hay triangulo amoroso no os equivoquéis, Lucy tiene claro a quien quiere y nadie la va a hacer cambiar de opinión por muy pesado que se ponga. La relación de Lucy y Jude será un tira y afloja constante, lleno de peleas y momentos de sentimientos desbordantes. Hacia tiempo que no disfrutaba tanto leyendo una historia de amor.
El final es bastante cerrado. Podría ser perfectamente un libro auto conclusivo ya que no deja cabos sueltos por los que te tengas que tirar de los pelos para que conseguir la segunda parte. Aunque si he de decir que me pareció que el último problema que surge entre Jude y Lucy se resuelve bastante rápido. A ver yo no quiero que se pegue mil capítulos lloriqueando ni nada de eso, pero no se me pareció que la autora le busco una solución fácil y rápida. Pero quitando eso el libro me encanto.
En conclusión, El lado explosivo de Jude parece contener la historia más tópica pero al final te encuentras leyendo una historia que te atrapa en cada página y que no querrás soltar hasta saber como se resuelve la relación de tiras y aflojas entre Jude y Lucy.
—Ah, Luce —me llamó, chascando los dedos. Yo me volví para mirarlo desde lo alto de la escalera—. Tienes muy buen gusto para la ropa interior. Te pongo un diez.
Por si aún no lo tenía bastante claro, los tíos eran criaturas incorregibles.
—Pues yo a ti te pongo un cero, por no saber quitarla. ¡Chúpate esa! —le espeté, cruzándome bien el albornoz.
Por si aún no lo tenía bastante claro, los tíos eran criaturas incorregibles.
—Pues yo a ti te pongo un cero, por no saber quitarla. ¡Chúpate esa! —le espeté, cruzándome bien el albornoz.
—He encontrado el pendiente —dijo, y extrajo el aro de plata del bolsillo.
—¿Dónde estaba? —pregunté. Lo cogí y me lo puse.
—Prendido en mis bóxers.
—¿Y cómo narices ha ido a parar ahí? —insistí, ablandándome al pensar en sus bóxers.
—Ni idea —contestó, mientras paseábamos por el patio, prácticamente desierto—, pero digamos que he estado a punto de acabar con un piercing. Ahí abajo.
—¿Dónde estaba? —pregunté. Lo cogí y me lo puse.
—Prendido en mis bóxers.
—¿Y cómo narices ha ido a parar ahí? —insistí, ablandándome al pensar en sus bóxers.
—Ni idea —contestó, mientras paseábamos por el patio, prácticamente desierto—, pero digamos que he estado a punto de acabar con un piercing. Ahí abajo.