Tres deseos. Jackson Pearce

Sinopsis:

Desde que su novio rompió con ella, Viola ha pasado los días deseando en silencio volver a tener a alguien que la quiera y, lo que es más importante, volver a ser parte de algo. Hasta que un día, sin darse cuenta, llama a un genio de otro mundo, que se quedará en el suyo hasta que la chica pida tres deseos. 

Genio está ansiosos por regresar a su casa, pero a Viola le aterra desear, tiene miedo de no pedir lo correcto, lo que la hará realmente feliz. A medida que los dos van pasando tiempo juntos, la línea entre amo y criado empieza a desdibujarse y Genio no tardará en reconocer que está enamorado de Viola. Pero justo después de que Viola pide su primer deseo, se da cuenta de que ella también está enamorada de Genio... y de que si ella desea dos veces más, desaparecerá de su vida y de su mundo para siempre.

          Precioso, es un libro realmente precioso y me ha encantado de principio a fin. Desde que lei la sinopsis sabía que me iba a gustar el libro pero nunca pensé que tanto. Jackson Pearce nos adentra en una historia diferente donde no encontramos vampiros ni hombres lobo, ni ángeles ni demonios, protagonistas de moda de casi todos los libros, sino que nos cuenta la historia de un genio y una chica normal.

          Es la primea vez que leo un libro de este formato. Los libros que tengo siempre tienen un solo narrador que suele ser en primera o tercera persona, pero la autora ha decidido que Tres deseos tenga dos narradores por lo que nos iremos encontrando con capítulos narrados por Viola y capitulos narrados por Genio. De esta forma Jackson Pearce nos hace conocer más al propio personaje y también a como se ven entre ellos haciendo que sea más emocionante el desarrollo de la historia.

          Los dos protagonistas principales de este libro son Viola y Genio. Viola es una chica normal, bastante tímida y callada que se siente muy triste y deprimida desde que lo dejo con su novio. Nos encontramos de esta manera con un personaje sensible y aparentemente débil que no sabe como seguir su vida desde este fatidico desamor. De esta manera aparece Genio en la historia que, como su propio nombre indica, es un genio venido desde un país llamado Caliban para cumplir los deseos de nuestra protagonista. Genio es un ser misterioso y aparentemente peligroso. Sus grandes ojos llegan a asustar pero también a comprender. Al principio de la historia sera un personaje un poco arrogante, pero a medida que se desarrolla la historia va cambiando esta faceta de él.

          Hay muchas cosas que me gustan de este libro pero lo que más ha sido la forma en que me he identificado con Viola (y no creo que sea la única). Este personaje nos enseña un mundo que llegan a vivir muchas adolescentes, y no tan adolescentes, en algún momento de su vida, que es la perdida de una persona que queremos demasiado y con el que sin él nos sentimos vacías, incompletas, pero Genio nos enseña que ese sentimiento es algo aparente porque en verdad no estamos solos. Otra cosa que me ha gustado del libro es la historia porque es bastante original y también una preciosa historia de amor que muchos quisieran tener. 

          Y por último diré la pega de este libro. Es algo que no me gusto mucho del libro pero llego a entenderlo y es el final de la historia. No me gusta como acaba el libro porque tenia ganas de seguir descubriendo como sería la vida de los personajes, pero en cierto modo se que la autora debía dejarlo ahí o sino el libro no se hubiera acabado en la vida. Otra pega es que el libro no tiene segunda parte, es un libro único ya que la autora a decidido comenzar con libros de este tipo, por lo que pronto tendréis la reseña de otro de sus libros que sera Rojo Feroz porque al terminarme Tres deseos quise leer otro libro escrito por esta autora.

Valoración personal:

Spoiler: 

Está apoyado en mi tocador, vestido con unos vaqueros y una andrajosa camiseta negra, y ha alzado las dos cejas. Tiene los pómulos marcados, la mandíbula cuadrada y es más alto de lo que yo creía. La luz se refleja en sus ojos de animal al clavarme la mirada de ese modo tan expectante que estoy empezando a reconocer.

Es él. 

He perdido la voz por el miedo antes de poder gritar para pedir ayuda. Él se cruza de brazos.

-¿Vas a pedir un deseo o no?